lunes, 9 de agosto de 2010


por las mismas ganas de caminar que no tengo
por mis caminares sin desvíos
por la lluvia ácida que emana tu cuerpo
por tu cintura, que más que cintura parece calle Pedro Montt
por la recurrencia de publico a tu cama
por la cara que pones cuando me ves caminando
por la ilusa neurona que te queda
por la clandestina toalla que seca tus huesos
por la cordillera que pasa por tus cejas
por tu precaria agilidad para las matemáticas
por tu ciega visión
por la linda cara, que no tienes
por la filosofía de querer, la cual no quieres
por la vida que no puedes tener
por tu camino que ya no es el mio
por tu caminada de limon
por los diecinueve veintinueve de eneros que tengo en mis pestañas
por todo eso
iluminate y rompe dimensiones, conectate con el infinito, donde las intersecciones
se conectan con la casualidad, con la carretera de mis suelas que no da más
con las deciciones que no he tomado
con las imitaciones que no hago
con los esquemas que he culminado
con la sabiduría que es restringida
con la insaciable sed de letras y de números que me he forjado
con la clase de ironía que realza tu pelo al aire
con los sueños guardados en los copos de vodka que se hacen en las botellas añejas
con los extraños que no son tan extraños si entramos en miradas
con las calculadoras que tengo como amigos
la interacción que culmina por congestión visual
realza tu cabello
volumina tu caparazón
lubrica tu alma
cincuenta cabezas cortadas
canción que resalta en las corbatas de tus carcajadas

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